Por primera vez en Chile y al alero de la CPC, seis sectores productivos y dos empresas proveedoras líderes comparten una instancia de trabajo colaborativo con las instituciones de educación más importantes en educación técnico profesional.
De forma inédita, la CPC – con la Fundación Chile como secretaría técnica – instaura el Consejo de Competencias Industrias 4.0 que reúne a representantes de la formación de jóvenes y a distintas empresas de los rubros de energía, forestal, metalmecánica, fabril, construcción, minería y empresas de equipos móviles y fijos, con el fin de asegurar que en Chile se cuente con la cantidad y calidad de talento y capital humano especialista requerido por las industrias, que responda a sus necesidades de desarrollo y a las demandas del mercado laboral, ante la inminente evolución tecnológica.
En particular, vimos cómo otros países habían enfrentado el desafío de vincular las demandas productivas con la oferta de formación del talento y, siguiendo en Chile la experiencia del modelo de trabajo sectorial empujado desde el Consejo de Competencias de la Minería (CCM), la CPC consolida esta forma de trabajo, sentando en una misma mesa a representantes de distintos sectores industriales y del mundo de la formación. Esta configuración permite entregar información sobre brechas de capital humano y ser un aporte en inteligencia de mercado para contar con procesos de formación pertinentes; en otras palabras, se trata de facilitar la vinculación entre áreas ocupacionales y resultados de rutas formativas, aportando con información de esas competencias laborales que sean identificables en el mundo productivo.
Se ha iniciado el trabajo en industrias 4.0, poniendo primero el foco en el mercado laboral en el rubro de la Instalación y Mantenimiento, por tratarse de un área que representa una oportunidad para los desafíos que impone la cuarta revolución industrial. Se trata de una especialidad que se ha visto fuertemente impactada en Chile por los cambios tecnológicos. Como ejemplo, la industria minera, que representa cerca del 3% de la fuerza laboral activa del país, emplea a más de 45.000 personas que se desempeñan en labores de mantenimiento. A nivel de educación secundaria, 37 mil jóvenes estudian carreras ligadas a estas especialidades y son 68 mil jóvenes en la educación superior técnico profesional (Técnicos de Nivel Superior TNS y Profesionales sin Licenciatura PsL). Desde la Revolución Industrial hasta la actual revolución tecnológica, se ha modificado sustantivamente el quehacer de la función de mantenimiento: de trabajar en base a equipos de producción mecánicos – impulsados por agua y energía a vapor – y, luego, bajo la lógica de cadena o líneas de producción, utilizando conceptos como la división de tareas y el pronto uso de energía eléctrica. Más tarde, vino el salto hacia la Informática (IT) para promover la producción automatizada, para finalmente llegar al actual uso de sistemas físicos cibernéticos (Cyber Physical Systems CPS), AI (inteligencia artificial), IoT (Internet de las Cosas) y Big Data, todos estos puntales del desarrollo y hacia donde apunta este movimiento en diversas industrias, en lo que se denomina Industrias 4.0.
El trabajo del CCI 4.0 para este 2018 se ha enfocado en seis líneas de acción:
– Analizar mercado laboral del mantenimiento, su volumen, demanda futura y expectativas de evolución, a partir de la implementación de tecnologías emergentes.
– Desarrollar estándares laborales y cualificaciones para el Mantenimiento de Industrias 4.0.
– Ajustar Oferta Formativa (Secundaria y Post Secundaria TP) a estándares desarrollados.
– Modelar sistema de calidad para la formación TP.
– Capacitar e Intermediar a 1.000 jóvenes en base a estándares sectoriales desarrollados.
– Facilitar la transición Educación – Trabajo, a través de un Sistema Sectorial de Prácticas Laborales.
Propósito de la Iniciativa
Asegurar disponer del capital humano especialista de mantenimiento en cantidad y calidad para responder a los requerimientos de las industrias y su evolución tecnológica (Industria 4.0).
Hacer del mantenimiento una alternativa laboral de calidad (en ingresos y empleo) que permita atraer al número de jóvenes requeridos para satisfacer la demanda actual y futura.
Miembros del Consejo de Competencias Industrias 4.0
– CPC + Gremios: Minería, Construcción, Metalmecánico, Manufactura, Forestal y Energía.
– Representantes de Empresas Proveedoras Multisectoriales: Finning.
– Representantes Sector Formación: INACAP y DUOC.
– Financiamiento de JP Morgan
Realidad chilena en materia de desarrollo de competencias
En los últimos años, el país ha avanzado en la construcción de consenso en torno a la formación técnico profesional. Diversos actores, tales como la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), la Comisión Nacional de Productividad, el Consejo Asesor Técnico Profesional (Mineduc) y Fundación Chile han avanzado en la elaboración de diagnósticos, experiencias piloto y propuestas de mejoramiento, todas ellas convergentes.
Asimismo, el país cuenta con un Marco de Cualificaciones Técnico Profesional, que recoge las mejores prácticas internacionales, así como la visión del sistema público, la industria y la oferta formativa.
También, se ha avanzado en la conformación de Consejos de Competencias Sectoriales. Al Consejo de Competencias de la Minería CCM (siete años de funcionamiento, cuatro gremios asociados), se suma el primer consejo de carácter multisectorial, el Consejo de Competencias de las Industrias 4.0, liderado por la CPC y con la participación de seis sectores productivos (minería, construcción, metalmecánica, forestal, energía y fabril). Por último, hoy se avanza en la conformación del Consejo de Competencias para la Transformación Digital, con apoyo del gobierno y de las asociaciones gremiales. Todos estos consejos utilizan activamente el MCTP en el desarrollo de sus competencias y cualificaciones.
Por qué poner el foco en esta área de las Industrias 4.0
En Chile no existen estimaciones claras del tamaño del mercado laboral en el rubro de la Instalación y el Mantenimiento de equipamiento, dado que esta especialidad se desempeña dentro de diferentes industrias y contempla diversas subespecialidades.
Solo como ejemplo, la industria minera, que representa cerca del 3% de la fuerza laboral activa del país, emplea a más de 45.000 personas que se desempeñan en labores de mantenimiento.
A nivel Secundario, 37 mil jóvenes estudian carreras ligadas a esta familia de especialidades y en Educación Superior TP (Técnicos de Nivel Superior TNS y Profesionales sin Licenciatura PsL) son 68 mil jóvenes.
Sabemos que esta especialidad se ve fuertemente impactada por los cambios tecnológicos. Desde la Revolución Industrial hasta la actual revolución tecnológica se ha modificado sustantivamente el quehacer de la función de mantenimiento. De trabajar en base a equipos de producción mecánicos impulsados por agua y energía a vapor, se pasó luego a funcionar bajo la lógica de cadena o líneas de producción, utilizando conceptos como la división de tareas, mientras que en paralelo se daban los primeros pasos con el uso de energía eléctrica. Luego de este hito, vino el salto hacia el uso de la Informática (IT) para promover la producción automatizada, hasta que finalmente hoy en día el uso de sistemas físicos cibernéticos (Cyber Physical Systems CPS), AI (inteligencia artificial), IoT (Internet de las Cosas) y Big Data, son los puntales del desarrollo y hacia donde apunta este movimiento en diversas industrias, en lo que se denomina Industrias 4.0.
El hecho de que esta especialidad esté presente en muchos sectores productivos la invisibiliza como objeto específico de atención. Son varios los sectores que han realizado importantes esfuerzos por declarar su demanda de capital humano; sin embargo, la falta de un enfoque unificado ha afectado el ajuste de la oferta formativa hacia una voz única de la industria, así como la empleabilidad de los especialistas que se desempeñan en este ámbito.
La experiencia internacional (Canadá, Australia, UK y Nueva Zelanda) demuestran que un enfoque común, de mirada multisectorial, es la mejor estrategia para abordar este desafío de capital humano.